'Y seguimos deleitándonos con estos maravillosos Ladrillos': Biografía de Nicolino E. Mason.

Nicolino Electrician Salustiano Masonberg de Dangerfield Jr. II [nikolh:no elektr:y:an salust:ano_0 mei$onver'g d'a dansherf:l xun:or palitopalito, dew feos], mas conocido como Nicolino E. Mason, nace en Ituzaingó, pero no ve la luz porque la casa no tenía. Se cría en una vivienda de adobo (de adobo para pizzas, no tenían plata ni para hacerse ni una casa de adobe, re pobre!) en la que escaseaban la electricidad y los ladrillos. Impedido por sus 114 kilos al nacer, Nicolino se prueba en varios equipo de fútbol, y es aceptado en el de los Siths Intergalácticos, pero se desilusiona al ver que es solo por su parecido físico a Mara el Hutt. De esta manera ve truncada su carrera como delantero de Rosario Central, tal como su ídolo el Lagarto Pizzi. Y decide salir a trabajar para hacer algo que ayudara económicamente a su hogar: comer en otro lado. Se inicia como electricista y albañil, según él mismo, para hacer algo “constructivo”. Esto lo llevará el resto de su vida a codearse con los empresarios más exitosos: viajaba con ellos en el mismo bondi.

De adolescente, Mason, decidido a ganar su primer dinero se inscribe en un campeonato de Mario 3 en la peluquería donde se aplicaba el Colesten 2000. Allí Nicolino conoce a un casi indigente Donaldo Trompa y lo persuade a iniciarse en el mundo de los bienes raíces, en lugar de ser decorador de interiores. Mientras que casi de casualidad, a la edad de 14 años conoce a Guille Gates, ambos alumnos en el "Ethan Rom's Institute 1977-2004" cuando son detenidos por el Mashall federal Edward Mars por manejar alcoholizados y chocar con un famoso cantante mexicano que parecía estar bajo el efecto de calmantes y que, por alguna extraña razón, nunca se sacó el casco.
Así traba amistad con estos dos compañeros, mucho más humildes que él, y se emprende en el negocio de la edificación con Gates y Trompa. Estos se ocuparían de las ventanas y el quincho, respectivamente, mientras Mason debía armar la instalación eléctrica y las paredes. Esta empresa no funcionó ya que sus socios demostraron no tener ninguna capacidad para las grandes inversiones. Sin embargo el talento e ingenio de Nicolino, sumado a las ganas de trabajar la mitad, lo llevó a unificar ambos objetos, impulsando lo que sería una verdadera revolución en el mundo de las construcciones ladrillezcaselectrificadas: los LadrillosEléctricos. Comienza así un juicio entre los 3 para quedarse con los derechos del invento, pero Mason se las apaña para contratar al abogado Juan Román para que le ‘enfríe’ la causa.

Luego de tratar tanto con derechos, Nicolino se acostumbra y se une al Polígono de Tiro de Estrellas Neoliberales. Mientras disfrutaba de la adaptación de la ópera pop “Mi Lucha” de Britney Speer, Mason realiza su primera venta de varios ladrilloseléctricos a Cacho Radzinsky (que hicieran las veces de paredón y silla eléctrica), por la cual recibe como paga una Camioneta-Transporte-46 para personas con ‘kapasidades expesiales’ que Susana Gieménguelez le facilita de su granero personal. Pero Nicolino, rechaza el auto clandestino porque no quiere complicaciones con el ‘tráfico’, y abandona decepcionado el grupo al darse cuenta que solo era una ‘fachada’.

Siempre llevando parte de los acontecimientos de su vida, Mason empieza volcar sus experiencias profesionales en un blog de consejos empresariales, pero se encuentra con el problema de tener que suspender esta tarea al iniciar una viaje en busca su Mercado (un defensor barato para poner en el Gran DT), por lo que provisoriamente deja la administración de su web en manos de su gato montés, lo que no inspira mucha confianza (este solo publicó el artículo de análisis de un video clip, para el April’s Fools Day)

Nicolino, con su camioneta (no era que la había rechazado? Esto no tiene sentido…) recorre el continente buscando nuevos clientes para colocar su mercadería, pero como el 46 agarra siempre por otro lado, tarda varios años. Alojado en Sudamérica del Norte, conoce a un Paellero de nombre Carlos quien se ocupa de darle de comer a él y a su ‘amigo’. En una isla cerca de esa zona geográfica Mason provee de material a un muchacho iraquí que estaba tratando de terminar un “t’echio”. Este a su vez, lo envía con destino a Uruguay, Chile y otros puebluchos del interior, para sumarse en la causa de Locke en contra de las retenciones a la soja. Nicolino también efectúa un pequeño trueque con el líder pelado y bobo, convenciéndolo de que ‘estaba destinado a comprarle’. Gracias a la influencia de este salame, Mason triunfa en su gira africana, principalmente en Madrid, con la comunidad comandada por Jesús y Javier, la Doble J, quienes acceden a sostenerle el blog de ahora en más escribiéndole críticas de series serias. Pero su buena situación se ve impedida: su PH en Ituzaingó R es arrasado por inundaciones producto de fallas humanas en la represa. Nicolino, enterado de esto, se deprime y cae en un pozo. Así se quiebra el tobillo y se deprime todavía más. Por lo que, en estado de demencia, es internado en el instituto Minujín de Salud Mental de Mostoles. Mason, a modo de terapia y un poco bajoneado, escribe algunas poesías que publica en su web, muchas de las cuales estaban inconclusas por poetas anónimos y él las remata más a su estilo compositivo.

Sumido en la soledad y creyéndose loco de remate, Nicolino se empieza a relacionar con otros internos de la institución. Así conoce a un xabal iveriko mui espesial. Este espécimen ayuda a Mason a darse cuanta de lo inteligente y cuerdo que es, y a adquirir un sentido del surrealismo que plasma en los artículos de su blog. Nicolino le propone a este retardadito escribir una crónica sobre su participación en una serie televisiva, a cambio de que lo libere, y de paso poder sacárselo de encima y mandarlo de una vez a su ‘isla maxika y espesial’.

Una vez libre como un pájaro Mason, como todo aquel que está en la lona, reclama las enormes inversiones chinas que lo saquen mágicamente de su pozo. Un financista japonés gasta todo su dinero comprándole una partida de 172,75 ladrilloseléctricos y solicita sus servicios de colocación en la Av. Figueroa Alcorta. Aunque la prueba energética empezó bien, la carrera profesional de Nicolino de vio oscurecida: se había cortado la luz. De repente la potencia de los ladrillos empezó a bajar súbitamente y comenzó a ser absorbida por un niño no identificado, probablemente parte de un secreto plan conspiratorio para conquistar el mundo. Esto provocó en Mason una necesidad de desenmascarar todo hecho relacionado a la teoría de la conspiración a través de su web. Y provocó en el japonés que se quisiera hacer el harakiri por la mala inversión, por lo que no tuvo otra opción que comerse los ladrillos en un acto de desesperación, aunque esto finalmente lo llevaría a descubrir su vocación de “comilón profesional”.
Sumido en la decepción Nicolino intenta ahorcarse con la “soja” que la había trocado a John, que lo aguantaría bien ya que tenía mucha “retención”. En aquel momento es cuando Guille Gates llega a verlo y le dice que retome el Control, no se Altere y Suprima los pensamientos autodestructivos…y que recuerde esa lección: “Cada vez que se está por colgar…Crtl, Alt, Supr”. Entonces Mason arregla con sus compañeros que le cedan la potestad sobre su invento, a cambio de un favor a cada uno. Así visita el Loft de Donaldo y acuerda con él la reparación de la medianería rajada, pero todo sale mal cuando los ladrilloseléctricos hacen cortocircuito con la grasa que se escurría del techo de oro macizo con incrustaciones en oro macizo. Y el convenio con Guille consistía en que, durante su visita a la Argentina, tenía que salir bien la nota periodística que Nicolino le había organizado con Noistad…el juicio por la patente siguió varios años, y más encarnizado que nunca.

Hundido económicamente Mason, finalmente, pudo reclamar los derechos mostrándole al Juez (que hablaba mitad en serio y mitad contaba chistes cordobeses) los bocetos orginales de cómo funcionaban los ladrillos, fundamentado con explicaciones científicas. Pero justo cuando empezó a comerciar, renunció Alberto Fernández y se le desajustó el negocio. Para colmo, todas esas cutres chorradas científicas le trajeron problemas con la comunidad friki madrileña de la Doble J, a quienes les dejaron de molar los ladrillos y levantaron su apoyo al blog.

Una vez resueltos estos problemas de patente se le suman otros nuevos: empieza tener problemas para pagar la patente de su Van 46 y encima hay un loquito que anda preguntado por ella al primero que se le cruza.

En las peores épocas de su crisis Nicolino se ve obligado a vivir de las donaciones que recibe en su blog y en algunas ocasiones hasta travestirse y enseñar física en escuelas Secundarias. También reconoció que durante la mishiadura se hacía guisos de planillas electorales: “Como Padrón” dijo.

Sin embargo logra romper esta mala racha. En la entrega de premios al ‘Blog Menos Actualizado’ de ese año, LadrillosEléctricos fue nominado junto con Lost Misterios, la Iglesia Beniana, la página del StarCraft 2 y Keamy’s Paradise. El trofeo fue otorgado a Lost Misterios, pero el administrador no lo subió a recibir porque estaba en unas ‘no tan largas vacaciones’ desde el año pasado, por lo que Nicolino fue el ganador provisorio. Y durante esa ceremonia se interesa por las nuevas unidades del juego de Blizzard, sobre todo por la nobleza del TerraTron y el Heroe Lihué Prichoda con quien se sintió identificado ya que también quebraba bastante seguido. Así decidió invertir todo su capital en “la inminente salida del juego” con la esperanza de que le diera beneficios rápidos ni bien estuviera a la venta…

A principios de 2009, todavía esperando que salga el Craft 2, Mason recibe un llamado de contratación de parte del Canal América para arreglar la instalación eléctrica del estudio de “Tres Poderes”, que se había venido abajo por una cagada que se había mandado “uno” de los integrantes del programa.
Así conoce a un Gerardo Rozín, quien le ofrece, a cambio de que no lo buchonee ante Sietecases, participar en el blog incluyendo sus ‘incisivos’ comentarios dignos de un ‘animal del periodismo’ que le quedan en el tintero durante semana, pero lo haría de incógnito, bajo el pseudónimo de Gerardo Rozínsky. Así Nicolino forma una nueva amistad, luego de que Gerardo le contara sobre su afición por Central y su pasado como operario en la represa de Ituzaingó, hasta su despido.